Muchas personas conviven con digestiones pesadas, gases, hinchazón, cansancio después de comer… , ¿te suena? Esto va ligado a déficits nutricionales que no se explican solo por lo que comen, sino por cómo su organismo procesa esos alimentos y los asimila. Porque, aunque comamos “bien”, no todo nos nutre como debiera si nuestro organismo no se encuentra en equilibrio.
Cuando la función digestiva se ve comprometida (edad, estrés, medicación, hábitos), la clave no es comer menos, sino dar soporte a cada fase de la digestión y proteger la barrera intestinal.
A continuación, te cuento lo que funciona según la ciencia sobre cómo mejorar la absorción de nutrientes y mantener tu salud digestiva, y te comparto una rutina práctica para empezar hoy mismo, (aunque te recomiendo agendar una cita y estudiar al detalle tu caso. Eres única, único, no tiene por qué valerte lo mismo que a tu vecino o lo que pongo aquí de forma general).
Esto es lo que necesita tu digestión (y a veces le falta) para ser óptima:
- Fase gástrica: el estómago usa ácido clorhídrico (HCl) para activar pepsina (clave para digerir proteínas) y liberar minerales como hierro, zinc, magnesio y calcio. Sin suficiente acidez, la absorción cae y favorece el sobrecrecimiento bacteriano.
- Fase intestinal: el páncreas y la bilis aportan enzimas y sales que terminan de descomponer los nutrientes para que pasen a la sangre. Si la digestión inicial falla, aquí ya vamos en desventaja, los nutrientes no llegan de forma asimilable.
- Barrera intestinal: el epitelio intestinal debe ser permeable solo a lo que nutre. El estrés, el calor, el alcohol o los ultraprocesados aumentan la permeabilidad intestinal, lo que genera inflamación, malestar y fatiga postprandial (el cansancio después de comer, debido a que toda la energía de tu cuerpo se enfoca en realizar una digestión que es demasiado difícil, esto no debería darse como norma, si sientes cansancio siempre después de comer (aportar energía a tu organismo), lo que comes y tu metabolismo… necesitan un análisis y un cambio).
Suplementos clave para mejorar tu salud digestiva
Según los estudios, los suplementos que funcionan para mejorar nuestra digestión, con evidencia científica demostrada, son:
1) Betaína HCl – para restaurar el pH gástrico
- Activa la pepsina para digerir proteínas.
- Favorece la absorción de minerales.
- Ayuda a reducir reflujo y fermentación alta cuando hay hipoclorhidria (falta de ácido clorídrico).
- Útil especialmente a partir de los 40 años, cuando la acidez suele disminuir.
2) L-glutamina – para reparar y proteger el intestino
- Fuente de energía para los enterocitos.
- Fortalece la mucosa intestinal y previene la hiperpermeabilidad.
- Modula la inflamación y favorece el equilibrio de la microbiota.
- Apoyo eficaz en casos de disbiosis, SII (Síndrome del Instestino Irreitable), intolerancias o estrés digestivo.
3) Enzimas digestivas – para ayudadar a completar el trabajo
- Reducen gases, hinchazón y digestiones pesadas.
- Amilasa, lipasa y proteasas ayudan a procesar carbohidratos, grasas y proteínas.
- Específicas como lactasa o α-galactosidasa alivian molestias con lácteos y legumbres.
Y ahora… ¡vamos a ponerlos en juego! Con una forma de uso con la que notarás un antes y un después en tus digestiones.
Rutina efectiva para optimizar tus digestiones y absorber nutrientes
- Antes de comer (siempre adaptado a tu caso):
- Betaína HCl y complejo multi-enzima para activar la digestión desde el inicio.
- Durante y después de la comida:
- Comer despacio, masticar bien y evitar raciones demasiado copiosas, priorizando grasas y proteínas de calidad.
- Hidratación suficiente (más en verano, añadiendo electrolitos naturales si sudas mucho), fuera de las comidas y distanciada de ellas. Puedes usar agua de mar o sal marina, y jugo de limón para añadir a tu agua mineral. Si eres deportista, ¡esto es muy importante!
- A lo largo del día:
- L-glutamina diaria para sostener la mucosa intestinal y favorecer la absorción. Puedes tomar una dosis por la mañana o por la noche al acostarte.
- Reducir (aunque te digo rotundamente ELIMINAR) alcohol, ultraprocesados y estrés, que alteran la microbiota y el correcto funcionamiento del eje intestino-cerebro.
- Dormir y moverte: el intestino también depende de tu descanso de calidad y de la actividad física. Moverte mejora tus digestiones, ¡y toda tu vida! Tu cuerpo está hecho para el movimiento, la salud de tus digestiones también. Somos un todo.
Mejorar tu digestión y proteger tu intestino es mucho más que “evitar alimentos”. Es darle a cada fase lo que necesita: acidez suficiente para activar pepsina y liberar minerales; enzimas para terminar el trabajo sin pesadez; y L-glutamina como energía para una barrera intestinal competente.
Si además ajustas hábitos y cuidas la hidratación (especialmente en verano), tu absorción mejora, las molestias bajan y tu energía sube.
Da el siguiente paso en tu salud digestiva
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