Mejora tus digestiones

Mejora tus digestiones con este súper consejo

Con el paso de los años, muchas personas comienzan a experimentar molestias digestivas, incluso con alimentos que antes no suponían ningún problema. Carne empiezan a resultar pesadas y difíciles de asimilar, hinchazón después de las comidas, digestiones lentas, gases, reflujo…Si te estás preguntando por qué te sientes así, la respuesta no es solo que “te estás haciendo mayor”. Es algo un poco más complejo y tiene una explicación fisiológica que merece la pena conocer.

Nuestro sistema digestivo cambia con el paso de los años, y lo hace también en base a nuestros hábitos, por lo que podemos corregir muchos problemas y revertir algunos procesos, ¿entramos en materia?

Cambios que afectan a nuestras digestiones con la edad

El cuerpo es sabio, pero también es vulnerable a los años si no lo acompañamos con consciencia y prestándole atención a las señales que nos da. Estos son algunos de los cambios clave que afectan directamente al proceso digestivo a medida que envejecemos:

  • Menor producción de ácido estomacal y enzimas digestivas: esto dificulta la descomposición de proteínas complejas (como la carne) y grasas. El resultado: digestiones más lentas, pesadas e incompletas.
  • Menor producción de saliva y menor eficacia en la masticación: masticamos peor y menos, lo que implica que los alimentos llegan en trozos más grandes al estómago, complicando aún más el trabajo de descomposición y asimilación de nutrientes.
  • Debilitamiento del tono muscular del aparato digestivo: el esófago, el estómago y los intestinos pierden agilidad. Esto favorece molestias como el reflujo, la hinchazón y el estreñimiento.
  • Reducción en la absorción de nutrientes: el intestino delgado se vuelve menos eficiente, aumentando el riesgo de carencias nutricionales (hierro, vitamina B12, magnesio, etc.).

Todos estos factores explican por qué muchas personas comienzan a “sentirse mal” tras comer, incluso aunque su dieta no haya cambiado drásticamente, quizás estas señales ya nos estén avisando de que es el momento de cambiar, ¿no crees?

Cómo mejorar tus digestiones de forma natural

La buena noticia es que puedes ayudar a tu cuerpo a digerir mejor, de forma natural y sin necesidad de fármacos. Una de las estrategias más efectivas, sencillas y olvidadas es el uso de encurtidos fermentados antes de las comidas.

Los encurtidos naturales, como el pepino, la col, la lombarda, la coliflor o la zanahoria fermentada con vinagre de manzana, sal y agua, no solo son sabrosos. Son auténticos aliados para tu salud digestiva.

¿Por qué los encurtidos ayudan a tu digestión?

  • Aportan probióticos vivos: mejoran la calidad y diversidad de la microbiota intestinal, favoreciendo una digestión más eficiente y una mejor absorción de nutrientes.
  • Estimulan la producción de jugos gástricos: el vinagre de manzana natural contiene ácido acético, que ayuda a activar la producción de ácido en el estómago, clave para descomponer proteínas y evitar fermentaciones.
  • Regulan la glucosa en sangre: contribuyen a estabilizar los niveles de azúcar tras las comidas, reduciendo la inflamación digestiva y mejorando los niveles de energía.

Un cambio clave: menos frutos secos, más encurtidos

Aunque los frutos secos tienen beneficios nutricionales, en personas con digestiones lentas o comprometidas, pueden resultar pesados y difíciles de procesar. Sustituir parte de ellos por una pequeña ración de encurtidos fermentados naturales antes de la comida puede marcar una gran diferencia en cómo te sientes después de comer.

Consejos para integrar este hábito

  • Elige encurtidos fermentados naturales, sin vinagres industriales ni conservantes artificiales. Lo ideal es hacerlos tú misma/o o comprarlos en tiendas ecológicas que garanticen fermentación real.
  • Toma una o dos cucharadas antes de tus comidas principales. Su sabor ácido activa la digestión antes de que empiece.
  • Acompáñalo de una alimentación adecuada, masticación consciente y pausas antes y después de comer.

Tu digestión habla. Escucha y actúa

Si cada comida se ha convertido en un reto, o si sales de ella con sensación de pesadez, gases o fatiga, es hora de adaptar tu alimentación a la etapa en la que estás. No se trata de comer menos, sino de comer mejor, y de entender lo que tu cuerpo necesita ahora.

Añadir estrategias como el uso de encurtidos, junto a un enfoque nutricional y digestivo individualizado, puede marcar un antes y un después en tu calidad de vida.

Tus digestiones no tienen por qué ser una batalla.

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